Como se podrán dar cuenta si
miran el membrete del título del blog (eso, míralo ahora), he decidió cambiar
el nombre. La razón es simple, de acuerdo a las visitas y shares que las
entradas han recibido, se me hace evidente hacía donde se tiene que encaminar
el contenido, y por lo tanto el anterior titulo, va quedando como muy filosófico
para el mismo.
Esto no quiere decir que rompo
con el título anterior, (#wink, #reclutadores aun me encuentro
buscando ese puesto de trabajo, en ese país que me brinde la oportunidad de
establecerme y crecer tanto a nivel personal y profesional junto a mi familia #wink, #reclutadores); si bien sigo
buscando mi Shangri La tanto en lo filosófico como en lo material, creo que el
blog debe cementarse en tierra firme, y deslastrarse un poco de lo filosófico,
pues además me he dado cuenta, que con ese titulo corría el riesgo de caer en
lo que tanto critico de la antropología convencional.
Con el nuevo título, saludo mi formación
académica, pero rompo con la práctica tradicional. Soy, como todos, un ser de
su tiempo, y como tal me adapto al mismo, “mutatis mutandis”, cambiando lo que
debe ser cambiado, empezando por el título del blog.
Quiero que el blog sea un espacio
para la difusión, socialización y aprendizaje del alcance de mi carrera, no
quiero que se convierta en un saludo a la bandera; por lo que la
antropología aplicada debe ser el tema central más allá de mi bagaje subjetivo
al momento en el que decidí iniciar el blog.
Así, que probablemente vengan más
cambios, pues este es un monstruo con personalidad propia, que irá descubriendo
su identidad poco a poco.
Sin más que agregar, los invito
que sigan visitando el blog regularmente, y también me pueden seguir en
Linkedin Pulse (casi siempre compartiré los mismos contenidos, salvo algunas
ocasiones donde dejaré lo más pedagógico para este espacio).
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