jueves, 2 de junio de 2016

Antropología y marketing: La importancia de la economía local dentro de la perspectiva global.



Con el auge de la globalización y la reproducción de los modelos europeos y norteamericanos de los hipermercados en Latinoamérica, las grandes marcas han perdido la perspectiva en lo referente a la economía local y lo que se podría llamar, economía de barrio. Si bien las grandes infraestructuras facilitan los canales de venta, distribución y promoción de los productos, rompen con una necesidad básica del intercambio comercial: La interacción comunicacional.

Una transacción económica es un acuerdo entre dos partes que se da a partir de un contexto social y cultural que funciona como marco de referencias. La frecuencia de dicha transacción fortalece la interacción y vínculos de lo comunitario dentro del contexto económico. Ir a la tienda de la esquina a comprar cuatro cebollas puede implicar un intercambio de información de carácter social, político, cultural o económico donde el vendedor se convierte en un aliado, confesor, confidente, y consejero.


Los grandes hipermercados y franquicias no han logrado replicar la fórmula de la atención de los pequeños locales de los barrios, y es que entra en contradicción directa con su razón de ser. Estas grandes infra-estructuras están diseñadas como un complemento de lo urbano en cuanto a efímeras y anónimas. Al momento de conversar con algunas amas de casa, sobre donde prefieren hacer sus compras, se evidencia una clara nostalgia o añoro de los establecimientos típicos del barrio y las relaciones que se materializan en el lugar, que le dan un valor agregado a la transacción económica:

Amas de casa 25-35 años, NSE 3 y 4:“Bueno en la tienda se encuentra la calidad humana que uno no encuentra en el supermercado” 

Amas de casa 25-35 años, NSE 3 y 4:“Como la disponibilidad del tendero con la charla, la armonía que tiene una tienda de barrio, eso que no se ve en otros países” 

Amas de casa 36-50 años, NSE 5 y 6:“Pues, ya lo dijeron casi todo, la calidad humana, por ejemplo en la tienda el mismo tendero impulsas sus producto y lo actualiza a uno, le dice: mire llegó esto, le tengo esto más económico, en cambio en el supermercado uno se fija por los productos que presentan los folletos y a veces uno, a mí me pasa es que uno a veces no tiene a quien consultarle algo sobre el producto, nada uno está solo, está uno muy solo en el supermercado”


Otra ventaja que poseen los pequeños locales es la posibilidad de adquirir artículos al detal y de abastecer de manera frecuente según surja la necesidad, al contrario de las grandes franquicias que son visitadas entre cada 7 y 15 días; visitas por lo general condicionadas por los días de cobro. Sin embargo las grandes franquicias cuentan con sus propios atributos para atraer a los consumidores: La variedad de productos, la disponibilidad de marcas exclusivas, la practicidad de encontrar todo en un mismo lugar, los descuentos por cantidad y la membrecía. A continuación se presenta una lista de las ventajas y desventajas de ambos formatos comerciales:




La oportunidad de negocio se encuentra en que las marcas establezcan alianzas y convenios con los pequeños comerciantes, potenciando o creando redes de distribución en las comunidades; especialmente aquellos localidades que no disponen de hipermercados. Por ejemplo, una marca de productos cárnicos o bebidas, puede patrocinar neveras que mejoren las instalaciones siempre y cuando den prioridad a sus productos, puede ofrecer promociones especiales diferentes a las que hay en los grandes hipermercados, y puede estrechar la relación comunidad-empresa de manera efectiva usando como representante directo al pequeño empresario. En pocas palabras puede segmentar no solo a sus compradores sino a sus aliados comerciales. Otra opción es copiar el modelo de la tienda de conveniencia o abasto, pero convirtiéndolo en una franquicia que venda sus productos a más bajo costo, directamente a la comunidad. 



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